¿Qué pensarías si te digo que dentro de ti podría habitar el mayor detractor de tus sueños? Sí, dentro de ti, de manera muy silente, una mina que al menor contacto te hace dudar de tus capacidades
Tienes las facultades, la preparación, pero aun así dudas, no crees que merezcas o te parece increíble haber logrado aquello por lo que tanto has trabajado; podrías incluso llegar a pensar que se trata de algo fortuito, lo ganaste por mera suerte.
Resulta que esos pensamientos al acecho forman parte del síndrome del impostor, que aunque no ha sido reconocido como una enfermedad mental ni como un trastorno, ha sido utilizado desde 1978, cuando las psicólogas clínicas, Pauline Clance y Suzanne Imes, lo describieron como un fenómeno psicológico que genera en las personas la incapacidad de internalizar sus logros o una sensación de miedo pensando que será percibido como un fraude.
Identificar que estás frente al síndrome es tan sencillo como analizar si estás presentando algunos signos característicos, por ejemplo:
- Más que dudas, te cuestionas: más allá de las simples dudas de si un proyecto funcionará o no, se genera en ti una diatriba interna, ¿qué me da derecho a estar aquí?, ¿qué tengo de especial como para ostentar a esa posición?, amplías una lista de cuestionamientos que te aíslan de cualquier posibilidad de potenciar tus razones de éxito.
- Estás sentando en el banquillo del acusado: cualquier acción que emprendas genera en ti ansiedad, sientes que serás sometido a juicio y te señalarán como un impostor.
- Crees que tus logros son resultado del azar: niegas tu éxito, cualquier logro alcanzado para ti será simple suerte.
Por terrible que suene, la buena noticia es que hay herramientas con las que podrás superar este enemigo silencioso y terminar de aniquilarlo, para aflorar con máximo esplendor el éxito en aquello que tanto has deseado.
1.- Reconoce y valora. Está claro que tienes una lista mental de todo aquello que te hace creer que no es posible. Reconoce ese sentimiento, es valioso estar consciente de eso que está dentro de ti y te está bloqueando. Te recomiendo hagas una lista de todas las cualidades, talentos y aptitudes con las que cuentas, valóralas y asúmelas para avanzar.
2.- ¡Ante la duda, conversa! Estás por explorar una nueva área profesional o ese proyecto por el que tanto has suspirado, pero en enemigo silencioso está haciendo estragos ¡detenlo con formación! Participa en foros, comparte conversaciones con personas con quienes compartas el interés y propósito. Entrar en contacto te permitirá ver que algunas dudas las has magnificado, también podrás ver que no solo tú tienes inquietudes. ¡Lo valioso es avanzar!
3.- Acepta tus éxitos. Esto tiene mucho que ver con el merecimiento, así que posiblemente tengas que trabajarlo. Si la disciplina te caracteriza, te has esmerado por lograr tu meta, ¿qué te hace pensar que no lo mereces?
4.- ¡No te compares! Recuerda que cada quien tiene su forma de abordar las cosas. Detenerte a ver qué está haciendo el otro, solo por insistir en qué te falta, te generará una atmósfera de escasez. No te compares, ¡fluye!
5.- ¡Disfruta! Sea lo que sea que vayas a emprender o ejecutar es vital que lo disfrutes. Esa dosis de pasión vendrá a ti, sí y solo sí, te encuentras mentalmente alineado y dispuesto a avanzar con disciplina, pero sin perder de vita el disfrute.
¡Que no te impida escribir!
El síndrome del impostor es una de las principales causas que encuentra un autor como razón para no avanzar con su libro. Muy posiblemente tengas un área base de profesionalización que deseas compartir o quizás, se trata de una historia personal, lo cierto es que debes afrontar que sí eres suficiente.
¿Cómo hacerlo?, ¿cómo pasar de una profesión u oficio a ser un autor? Las claves son: prepararse, compartir en conversaciones con personas afines, ¡haz comunidad! Reúnete con otros autores, conversa y toma nota de sus recomendaciones. Otra clave es apoyarte con un mentor, esa persona que te guiará por ese camino y será esa contención para recordarte todo lo que eres y cuánto has avanzado.
Tras todo esto, el propósito final siempre será lograr tus metas, poner en marcha lo que corresponda, librarse de los lastres que te hacen contrapeso. Si tienes algunas ideas que aún no has compartido, por aquello de dudar que serás capaz de lograrlo, ¡escríbeme! Me encantará acompañarte en tu proceso.
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